martes, 24 de febrero de 2015

Antígona

Teatro y Memoria


Antígona fue representada por primera vez en el año 422 a.c en la Grecia ateniense y sin embargo, esta tragedia de Sófocles permanece a través del tiempo porque al abordar el mito de Antígonas se aborda también el tema de la justicia, los abusos de poder y la alteración del orden cósmico. Esta vez se trata de una versión libre del reconocido poeta peruano José Watanabe, escrita en el año  2000. Interpretada magistralmente por Ana Yovino con la Dirección, Musicalización y Diseño de Luces de Carlos Ianni.

Antigona, como muchos saben, es hija del difunto Edipo, Rey de Tebas. Los hermanos de Antígonas son Polinices y Eteocles, ellos se turnaban anualmente el trono tebano hasta que Eteocles no quiso cederlo más y fue entonces cuando Polinices decide mandar un ejercito contra Tebas y ambos hermanos se dan muerte mutuamente en una guerra, como anunciaba la profesía.

Ante este hecho Creonte, hermano de Yocasta, madre de los hijos de Edipo, toma el reinado y decide que su sobrino Polinices no sea enterrado dignamente sino dejado a merced de los cuervos y perros por traicionar a la Patria. Ismene, también hermana de ambos, se manifiesta obediente a la ley del Estado que representa Creonte y logra sobrevivir.

Antígona es quién decide darle sepultura a su hermano, ya que para los griegos no hacerlo significaba que el alma estaba condenada a vagar por la tierra eternamente, y decide rebelarse sobre el poder de su tío y suegro, ya que estaba comprometida con Hemón, hijo de Creonte. Finalmente se la descubre y es condenada a muerte.

Hasta aquí el argumento de la fábula que como todo planteo teatral es político desde sus orígenes, lo que estamos invitados a presenciar de la mano del excelente director, Carlos Ianni es un hecho único e irrepetible, y decir esto no es menor cuando se trata de una tragedia tantas veces representada en versiones poéticas, musicales, narrativas, operísticas, no solamente teatrales. Y se suma aquí la analogía que la pieza teatral ofrece con la historia argentina.

Tal vez, si nos aproximamos un poco al concepto de  lo que Grotowsky llama teatro pobre, un teatro que profundiza la relación entre el actor y el espectador sin elemntos distractivos que intervengan esta relación, comprenderiamos más profundamente esta propuesta. Y entenderíamos también porque el teatro puede ser un instrumento  para  la memoria y para reprensar el pasado, para comprenderlo e inicar acciones de reparación.

Ana Yacovino, lleva adelante este desafío y lo hace con verdadera inspiración, talento y método, fundamentalmente expresado a través de su cuerpo, su gestualidad y la voz, haciendo uso de una excelente dicción, manejo de registros y buen decir de este bello poema. En esta versión que propone Watanabe, una sola actriz asume los diferentes personajes de Antígona, Creonte, Hemón, Guardia, Tiresias (adivino, anciano, ciego) e Ismene. Y así nos hace ver y habitar, a través de su trabajo actoral, el palacio de Tebas, la ciudad, su plaza pública, la cueva donde es condenada.

Claro que el verdero hallazgo es cuando en el final es espectador entiende que quien narra la historia es Ismene, y la convierte de esta manera en testigo sobreviviente de los hechos violentos y ocultos que no podían ser contados en público, del acto heróico de su hermana Antígona y de su propio tormento del pasado que logra recrear y darle voz antes que seguir en silencio.

En la puesta de dos frentes que ofrece el Celcit todo es austero, tres sogas de representación simbólica, un sólo vestuario, iluminación y música acertada, todo es también escucha respetuosa durante los sesenta minutos que dura la función colmada de espectadores que ovacionan al final con aplausos merecidos.

Este espectáculo cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro, realizó temporada en los años 2006, 2007, 2013 y 2014 en el Celcit y dos giras nacionales. Además se presentó en el Festival Internacional de Artes en Mérida, México; Festival de Rafaela, Argentina: Semana del Teatro de Asunción, Paraguay; 1º Festival de Teatro Clásico Universal. Ha sido distinguido con el Premio Trinidad Guevara, actriz protagónica y nominada al premio Florencio Sánchez, como actriz en unipersonal.

El Celcit, Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral nació en Caracas, Venezuela, en 1975. Su accionar está centralizado en tres Secretarias en Argentina, España y Venezuela. La de Formación y Creatividad tiene sede en Argentina, inició sus actividades en 1979 su tarea se fue extendiendo a lo largo de los años en forma notable, principalmente en la producción de espectáculos con apoyo de manifestaciones innovadoras y experimentales y a la realización de encuentros y festivales producidos en el ámbito iberoamericano. Ha sido distinguido con más de 40 premios y sus actividades han sido declaradas de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

Este espectáculo realizó la temporada de verano 2011 y Semana Santa en Mar del Plata donde obtuvo el premio “Estrella de Mar” al mejor unipersonal dramático y las nominaciones a “Mejor actor protagónico” “Mejor dirección” y “Mejor obra de autor nacional” . También fue distinguido con una mención del premio “Vilches” por sus valores éticos y estéticos. Y formó parte del Festival Nacional de Teatro de Rafaela 2011 en Santa Fe y del evento “Escenarios del país” realizado en la ciudad de Buenos Aires.

TEATRO CELCIT - Moreno 431 - 4342-1026
 Publicado en: Espectáculos de Acá


jueves, 12 de febrero de 2015

Javier Calamaro "La vida es afano"

"El tango te agarra y te atrapa"


Ya entrada la noche luciendo pantalón negro, tiradores y camisa blanca Javier Calamaro salía a escena acompañado de sus músicos: Leandro Chiappe en teclados (Maestro Chapa), Indio Marquez en Guitarra, Gustavo Giles en Bajo, Hueso Molina en Percusión y Manuel Caizza en Bateria.“La vida es afano” es el nombre del tango que da título a su 8º disco editado en marzo de 2014 que el cantante y músico argentino presentó en la Sala  Siranush programada en el marco de su gira por todo el interior del país y exterior.

Se trata fundamentalmente de tango, rock y de exceder los límites a versiones como “Rata de dos patas” de la mexicana Paquita La del Barrio y “Pedro Navaja” del panameño Rubén Blades que parecen nacidas como tango de cuarteto.A lo largo de la noche, se pudo escuchar canciones de su primer disco “Diez Corazones”, editado en 1998: “Sin ser Valientes”, “Borrachos de Carnaval”, el memorable “Sweet Home Buenos Aires“ adaptación de Sweet Home Alabama elegido como corte de difusión grabado a dúo con Charly García, y los éxitos “Navegar” y “Mesas Vacías” estas dos últimas con nuevas versiones incluidos también en “La vida es Afano”.

De sus otros discos interpretó: “Imágenes Paganas” de Federico Moura (Virus) y “Quitapenas” tema que da título a su segundo material discográfico de 2000 e incluido además en el disco “Iluminado” de 2001 y en “Lo Mejor de Javier Calamaro” de 2002 y “Desencuentro”  y “Yira, Yira” que escribiera en 1929 Enrique Santos Discépolo de su disco “Villavicio” editado en 2006 que le permitió el reconocimiento de los Premios Gardel como “Artista Revelación” y “Mejor Disco de Tango”.

Se pudo apreciar a un Javier Calamaro muy sólido en su desempeño vocal e interpretativo, los asiduos de la sala de Palermo ya saben que cada artista tiene un espacio más íntimo en el escenario para compartir con su público, donde se retira la banda y comienza un diálogo más profundo y cercano que lo hace brillar, allí hizo espacio para homenajes al gran Atahualpa Yupanqui con su versión de “Piedra y Camino”, al cubano Silvio Rodríguez con “Sueño con Serpientes” y a su padre de 97 años, en uno de los momentos más emotivos también para su madre, presente en la sala, con la canción “Ese Minuto” que da nombre al disco de 2010.

Con un sonido impecable, buenas luces y excelentes músicos todo termino en bises y fiesta. Otro momento realmente destacado fue el solo realizado por Giles en su bajo que el mismo Calamaro sentado junto al público para admirar y aplaudir. Así en este gran living con unas bellísimas arañas colgantes, con telón de terciopelo rojo y saboreando un riquísimo Lehmeyun con mucho limón, terminaba la noche entre aplausos y tangos como dice Javier “Hay cierto momento en la vida en que el tango te agarra y te atrapa. A mí me pasó eso” y estoy segura que a muchos de los presentes nos pasó igual.. 


SALA SIRANUSH - Armenia 1353 - 4775-2877
Publicado en: Espectáculos de Acá