Todos los sábados a las 20hs en una pequeña sala del Teatro de la Comedia que proporciona a la propuesta estética de la obra “Jesucristo” que interpreta el multifacético actor Mariano Mazzei el espacio conveniente para extrapolarse de lo cotidiano, somos bien predispuestos para escuchar “La Palabra” que nos presenta la Compañía “los del Verso” cuya Dramaturgia y Dirección es responsabilidad última de Mariano Moro.
Jesuscristo viste sencillamente como el que viene de otro siglo, nos habla en primera persona y se nos acerca demasiado, sacude nuestras creencias, comparte aspectos de su vida que conocemos y otros que descubrimos, y con la naturalidad de un amigo convierte esta experiencia en un verdadero encuentro de profundidad. El conflicto que atraviesa el actor en la pieza es principalmente interno, eso hace que la identificación fluya y que revele el aspecto más humano del Dios.
Mariano Mazzei tiene con este trabajo unipersonal el espacio para desplegar su talento y gran dominio de las posibilidades de su explorada voz y de su entrenamiento físico. Si bien Jesucristo trabaja en escena como carpintero y traslada maderas dejando caer muy cerca restos de aserrín, lo importante está en su decir y en lo que relata, una infinidad de imágenes condensadas en apenas 65 minutos.
Hay otro rasgo estético que no pasa inadvertido, el actor se parece bastante a las fotografías y estampas que conocemos a través de pintores, escultores y artistas que nos acompañaron por más de dos mil años. Esto le juega a favor, hay una armonía y belleza en el rostro y en los ojos que resulta como en “el amor a primera vista”: somos invitados a seguirlo de aquí a allá. Es destacada también la puesta de luces, símbolo y testimonio de la representación.
Los católicos iremos con alguna ventaja, y este texto no entrará en contradicción con nuestras creencias, los demás tal vez descubran algunas de las principales enseñanzas que Jesucristo legó, pero de un modo más cercano, con humor, ironía, generosidad y hondura, con muchas preguntas y sin duda serán afectados o conmovidos por una interpretación que rebasa de intención sentida.
Mariano Moro se atreve en esta dramaturgia a contar la historia de Jesuscristo y la de su pueblo judío, nos acerca otros personajes con su sola mención, relata anécdotas documentadas en el Antiguo testamento y su investigación se extiende más allá de ellos, se adentra en su moral, su ética, su religión, su vida pública, la relación con su Padre y con Satanás.
Uno de los momentos más delicados tanto para el espectador como para el actor ocurre en el momento que se nos camparte el pan y el vino, representación del cuerpo y alma, porque nos incluye, nos toca, nos conforta y repite un ritual que traslada de otro ámbito pero que respeta la esencia del mismo: todos podemos ser uno en nuestra fe. Y así concluimos que el amor y el perdón son las recetas necesarias para construir y caminar hacia un futuro sin dolor. Hoy Multitudes levantan la bandera de este mensaje y los argentinos no estamos indiferentes ni ajenos.
TEATRO DE LA COMEDIA - Rodríguez Peña 1062 - 4815-5665
Publicado en: Espectáculos de Acá