sábado, 18 de mayo de 2013

Hedda Gabler

Ibsen y la felicidad de los humildes


Hedda Gabler, de Henrik Ibsen se representó por primera vez en 1891. Si bien fue una de las obras más polémicas y exitosas del dramaturgo noruego, se trata de uno de los personajes teatrales más complejos de todos los tiempos porque ofrece muchas facetas y aspectos diferentes. Este desafío lo retoma Rubén Hernández Miranda al dirigir y reponer esta pieza en la temporada 2013 en el Teatro Luisa Vehil.

La obra cuenta la historia de Hedda, hija del fallecido Capitán Gabler y con ella lo que sucede a algunas mujeres de la aristocracia del siglo XIX. Ella tiene un primer aspecto de orgullosa, individualista y celosa  pero sufre de un gran aburrimiento que la lleva a hacer cada vez más maldades en apariencia sólo por diversión. Como ella misma lo expresa ese aburrimiento la va matando lentamente: “A veces creo que sólo sirvo para una cosa en este mundo (…) para aburrirme mortalmente”.

Si bien Hedda (Fanny Rodríguez) lleva un duelo que la obliga a casarse para poder sobrevivir en su clase social, su mente brillante la hará comprender los beneficios de cumplir el mandato y casarse con Jorge Tesman (Pablo Ortolani), joven burgués que intenta ocupar un lugar destacado en esa sociedad. La obra comienza cuando regresan de su luna miel y comparten su nuevo hogar, un petit hotel recién adquirido que deberán pagar en cuotas.

Toda la acción sucede en este espacio que cuenta con un sillón central, una silla mecedora a la izquierda, adelante una estufa con chimenea, detrás una mesa y a la derecha un escritorio. Allí la criada del matrimonio Tesman, Berta (Marñia Benito) irá acompañando a los diferentes personajes que entran y salen. La primera visita es la de la tía de Jorge, Juliana Tesman (Patricia Sellanes), luego un amigo asesor e influyente de la familia, el Sr. Brack (Carlos Strefezza) más tarde la esposa del juez, señora Elvsted, ex compañera de Hedda (Vivi Campos) y por último el talentoso escritor Ejlet Lovbord (Sebastián Rapaccini).

Con el avance de la obra Hedda mostrará sus aspectos más oscuros con estos personajes y finalmente veremos también otro aspecto de Hedda que tiene que ver con sus miedos, su incapacidad de amar, su lucha interna por no perder su posición y las reglas que la rigen, pero a las que también critica y contra las cuales se rebela.

Cada palabra en esta pieza teatral define a los personajes y a sus individualidades, pero también es un drama de clases sociales, una clase alta y otra más humilde, el público escuchará esas dos voces que no se unen ni se comprenden pero que sobreviven cada una con su estrategia. La de Hedda será defenderla con la ferocidad de un animal y la de su marido, ahora en el ascenso esperado la de valorar cada cosa, aceptarla y agradecerla, convirtiendo los objetos en verdaderos símbolos como las zapatillas bordadas, el sombrero de su tía o el manuscrito de Lovbord.

Una obra que no se puede dejar de conocer y ver, donde los trabajos actorales son honestos y destacados y la dirección y puesta en escena acertada y efectiva. También porque en la sala donde se da esta obra, fundada hace casi 25 años se necesita de la colaboración de todos para seguir con las funciones y no se puede estar ajeno. Es quizás escuchar a Hedda decir: “Haga lo que quiera pero que sea con belleza” pero ser conscientes de que todo tiene un final y que Ibsen realizó también aquí una bienaventuranza de los humildes.


TEATRO LUISA VEHIL - Hipólito Yrigoyen 3133 - 4861-3386
Publicado en: Espectáculos de Acá

jueves, 2 de mayo de 2013

Cantando con Adriana "Cajita de sorpresas"


“Cajitas de sorpresas, 
trajimos para vos, 
de todos los tamaños, mil formas y color”…

Así comienza el espectáculo de Adriana Szusterman en el Teatro Astral, con una platea repleta de niños muy pequeños acompañados por padres, tíos, abuelos y cuidadores. Mientras canta la canción que da título al espectáculo desciende en una hamaca hacia el escenario rodeada de cajitas multicolores de distintas dimensiones.

Lo que sigue parece ser lo esperado, lo conocido, lo vigente, con el efectivo reciclado de la estructura de espectáculos anteriores pero con más cuidado en el guión, Adriana nos presenta un aspecto nuevo de viejos personajes que han sabido ganar el afecto y la ovación de los pequeños espectadores.

“Hay un montón de cajitas de sorpresa 
que alguien pensó especialmente para vos”

Cada Caja tiene una sorpresa simple pero necesaria, esperada por todos, la presencia de: Timoteo y su abuelo, Michu, Cholito, Lulú, los monos, los Conejos, los sapos Pepa y Poing Poing (“El sapo de los chicos”) y el robot Armando. Pero también cada caja nos trae besos, sonrisas, canciones, alegría, baile y diversión.

En todo momento, durante la hora y media de duración, los chicos son tenidos en cuenta como participantes activos en la propuesta. Pero no sólo las canciones tienen una temática pedagógica y de concientización, sino también las preguntas que se hacen desde el escenario, que los incluye en cada coreografía y juego. Adriana cuenta para eso con un grupo de bailarines, que lucen vestuarios, multicolores, que a su vez completan con belleza, sonrisas y juventud.

“la vida es una cajita de sorpresas, 
un popurrí de alegría y emoción”

El momento más destacado es el homenaje a la compositora y cantante argentina María Elena Walsh. Adriana nos ofrece junto con su hija Juli Strauch y su padre Saúl Szusterman en el piano, un momento de inmensa emoción. Se trata de un popurrí de canciones exitosas que trascienden lo didáctico y lo tradicional. Son bellas y actualizadas versiones en voces que se complementan en actuación, buen gusto y armonía.

Es muy conmovedor ver identificar a los chicos que levantan sus manos ante la pregunta: “¿Quienes vienen por primera vez a un teatro?”. Y lo es mucho más al reconocer la presencia de grupos que asistieron con referentes de organizaciones que trabajan con niños con dificultades sociales, culturales y económicas estimulando su capacidad creativa en la resolución de problemas.

“si con fuerza vos deseás que tus sueños se hagan realidad,
despacito y con confianza lo lograrás”

“Cajita de sorpresas” cuida cada detalle, cada comentario es breve y lleno de sentido como: “hay tiempo para disfrutar de cada instante dela vida”, “Papis ¿ustedes se acuerdan de su juguete favorito?”, “¿Alguna vez escribieron una carta a mamá o papá? ¿y lo grandes a los chicos?”.

Es así como a través del juego que permite el teatro, todos los niños en igualdad son convocados para descubrir la amistad como uno de losvalores afectivos más importantes de la vida, que puede ocurrir y ocurre en casi un instante, a los pocos minutos de relacionarnos, o a través de los años.  Y sólo queda afirmar que somos invitados para asistir a este encuentro amistoso para ver, escuchar, sentir y comprobar una vez más que la amistad es el verdadero valor del amor.


TEATRO ASTRAL - Av Corrientes 1639 - 4374-5707
Publicado en: http://www.espectaculosdeaca.com.ar